Los entrenamientos proveídos con el apoyo del Programa de Capacitación de Susan Harwood han comprobado ser fructíferos para la comunidad jornalera y las organizaciones asociadas. Si bien los peligros y accidentes de trabajo son muy comunes para jornaleros, en general, los entrenamientos han sido una herramienta para empoderar a los trabajadores a que hagan reconocer sus derechos y demanden condiciones de trabajo más seguras. Durante nuestros primeros dos años bajo esta beca, NDLON logró desarrollar, fortalecer y actualizar currículos de salud y seguridad basados en entrenamientos existentes y en las necesidades que se identificaron en ambos años. Por ejemplo, el entrenamiento “el Rompecabezas de Salud y Seguridad” se uso durante ambos años y sirvió como una introducción al concepto de salud y seguridad ocupacional. Este entrenamiento se enfoca en: 1) los trabajos más comunes que hacen los jornaleros, 2) los peligros mas comunes a los que se exponen en esos trabajos, 3) lo que motiva a los jornaleros a participar activamente en la prevención de accidentes y heridas relacionadas al trabajo, y 4) cómo las actitudes y los estilos de trabajo juegan un papel importante en su seguridad en el trabajo. Los nuevos currículos desarrollados por NDLON incluyeron temas prevalentes para la comunidad jornalera y que son un desafío para organizaciones la representan. NDLON desarrollo un nuevo entrenamiento que se enfocó en: 1) cómo hacer una queja ante OSHA, 2) quién puede hacer una queja, 3) opciones para presentar una queja, 4) información que debe ser incluida, y 4) qué pasa después. La metodología de enseñanza para todos nuestros entrenamientos esta basada en los principios de educación popular por medio de imágenes, actividades participativas, videos y discusiones.

Mientras nos preparamos para iniciar el tercer año como becarios de OSHA, hemos completado con éxito todos los objetivos de la propuesta original del proyecto de salud y seguridad. Durante el primer año, comenzamos con una evaluación de las necesidades de la comunidad jornalera y de las organizaciones asociadas. Condujimos tres entrenamientos para entrenadores basándonos en los currículos dirigidos a la comunidad jornalera; además, entrenamos a 33 participantes en como usar la metodología de educación popular en temas de salud y seguridad. Basados en esos entrenamientos, nuestras organizaciones asociadas llevaron a cabo 45 4ntrenamientos por todo el país, alcanzando 777 jornaleros, lo cuál sobrepasa nuestra meta original de 504 jornaleros. Aun más importante, hemos desarrollado la capacidad de nuestras organizaciones asociadas para realizar actividades de capacitación en salud y seguridad  ocupacional para jornaleros.

Pudimos colaborar con 7 organizaciones de varias regiones del país durante el primer año fiscal. Estas incluyen: Centro Laboral de Graton (Graton, CA), La Raza Centro Legal (San Francisco, CA), New York Day Labor Organizing Project  (Brooklyn, Queens, Bronx, NY), Legal Aid Justice Center (Northern Virginia cities and counties), VOZ Workers’ Rights Education Project (Portland, OR), WeCount! (Homestead, FL), y Wind of the Spirit (Morristown, NJ). Para el segundo año fiscal, pudimos incorporar 6 organizaciones más. Las 6 nuevas organizaciones asociadas son: Community Action Board of Santa Cruz (Santa Cruz, CA), El Sol Jupiter Neighborhood Resource Center (Jupiter, FL), Workplace Project (Long Island, NY), Latino Union of Chicago (Chicago, IL), Pomona Economic Opportunity Center (Inland Empire y Pomona, CA), y Southside Worker Center (Tucson, AZ).  

La participación de entrenadores de las organizaciones que fueron parte de esta beca, fue una parte extremadamente importante de este proyecto. Sin esta colaboración, hubiéramos tenido que empezar de cero en cada ubicación geográfica, y no hubiéramos podido alcanzar el numero de trabajadores que entrenamos. Además de la experiencia que tienen en reclutar trabajadores y facilitar entrenamientos, las organizaciones locales aportaron su experiencia de la industria jornalera local, lo cual fue de mucha ayuda para desarrollar los currículos. También jugaron un papel esencial en la construcción de colaboraciones locales con representantes de OSHA para explorar maneras de continuar el trabajo de salud y seguridad a largo plazo.

Durante el primer año de subvención, todas las organizaciones estaban interesados en continuar esta labor. Algunas estaban interesadas en solicitar esta beca por cuenta propia, y otros continuaron con NDLON en el segundo año. Creemos que los nuevos currículos y materiales junto con las relaciones cercanas establecidas con representantes de OSHA a nivel local, permitirá a las organizaciones cimentar el tema de salud y seguridad como parte de su trabajo diario. Estamos comprometidos a continuar con esta visión a largo plazo en el segundo año de la beca, así como en los años subsiguientes.

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