Se trata de una cooperativa que importa café orgánico de Nicaragua.
Por Agencia EFE | 2011-11-01 | Source: La Raza
Chicago (EFE) – Un grupo de jornaleros latinos ha creado Café Chicago, una cooperativa que importa café orgánico de Nicaragua, lo procesa y vende de manera creativa y exitosa para mejorar sus condiciones laborales, económicas y sociales.
“Buscábamos una forma alternativa para hacer negocios y el modelo vino de América Latina”, dijo Eric Rodríguez en una entrevista con Efe.
Para ello, inmigrantes procedentes de Ecuador, Colombia y México, y algunos puertorriqueños como Rodríguez, unieron recursos y conocimientos para enfrentar el mercado laboral sacudido por la crisis económica y “demostrar que somos capaces de la auto-suficiencia”.
“En nuestros países de origen la experiencia cooperativa ocupa lugares destacados, y creemos que Café Chicago puede sostenernos a largo plazo”, dijo Rodríguez, quien ha trabajado desde 2002 en la organización de los jornaleros de esta ciudad con la Unión Latina.
Rodríguez, licenciado en administración de empresas sin fines de lucro, cree en el “comercio justo” que se puede realizar a través de una cooperativa para favorecer a los sectores “más vulnerables”.
Uno de los ejemplos a seguir es la Fundación Entre Mujeres (La FEM) de Nicaragua, una cooperativa que produce y exporta café y además se dedica a la educación, salud y promoción de los derechos femeninos.
La FEM está ubicada al este de la ciudad de Managua, en el departamento de Estelí, donde la mayor parte de la tierra se dedica al tabaco pero igualmente hay espacio para que 132 mujeres produzcan desde 1996 un café de excelente calidad.
Cada dos meses llegan a Chicago 1,500 libras de café en grano verde, que los cooperativistas de Café Chicago procesan en una tostadora prestada que aprendieron a usar, empaquetan y venden a $15 por libra, o $40 por tres libras.
Al promocionar el producto en su página en internet la cooperativa menciona el trabajo de Tony e Iván en el tostado del café, a Norberto que recorre comercios en busca de clientes o Marisol que procesa los pedidos.
Pero también están Manuel, Pablo, Patricio, Salvador, José, Armando, Héctor, Jorge, Elisa, José Louis, Michael y David, cuyos apellidos prefieren mantener en reserva para evitar posibles problemas con Inmigración.
“Café Chicago” se presenta como una cooperativa de café de trabajadores inmigrantes, unidos en un nuevo modelo de creación de trabajo, capacitación y acción social, cuyos beneficios se dedican a apoyar a la Unión Latina.
“Creemos en la justicia en cada paso en el proceso del café, y vamos en serio”, afirman.
La Unión Latina surgió en 2002 después de una huelga masiva de jornaleros que detuvo el funcionamiento de 75 agencias de trabajo denunciadas por abusos contra los trabajadores temporales.
Los jornaleros hicieron una huelga de hambre que obligó a la Asamblea Legislativa de Illinois a aprobar la Ley de Servicios Laborales Diarios, modificada tres años después para permitir que esos trabajadores se organizaran y abogaran por sus derechos en el lugar de trabajo.
El gran problema de cientos de hombres que todas las mañanas se reúnen en esquinas de la ciudad a la espera de un trabajo en construcción, pintura, jardinería, carpintería, mudanza o remoción de escombros era el robo de salarios, el acoso de la policía y la exposición a las inclemencias del tiempo durante el invierno.
En diciembre de 2004 la Unión Latina abrió su primer centro para jornaleros de la construcción en el Medio Oeste, en un local del barrio Albany Park, como alternativa al tradicional “contrato de esquina”.
Quienes buscan ayuda van al centro, discuten el precio y firman un contrato con el jornalero y la ayuda de intérpretes, de ser necesario.
Según la Unión Latina, las denuncias de robo de salarios se redujeron al 1% y el salario promedio aumentó 50%.