Doble Barrera para Jornaleros

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NUEVA JERSEY — El guatemalteco Luis Hernández trabajaba en jardinería hasta que hace cuatro meses un grave accidente con una máquina le cortó el vientre, dejándolo temporalmente incapacitado.

Después de la desgracia, su patrón, un contratista del área de Fort Lee, Nueva Jersey, desapareció para evadir la responsabilidad de pagarle por los gastos médicos, que ascienden a $57 mil y una compensación mientras está inhabilitado para trabajar.

“Cuando sufrí el accidente quedé inconsciente, me llevaron al y allí estuve una semana. Al salir traté de ubicar a mi patrón, de nombre John, pero no volví a encontrarlo”, sostuvo Hernández (23), que vive en Fairview desde hace seis años.

Hernández es uno de los cerca de 180 jornaleros que se paran todas las mañanas en la esquina de la calle Columbia y la avenida Broad en Palisades Park. Casi un 90% de ellos son guatemaltecos, y al menos la mitad sólo habla un idioma indígena, por lo que su barrera de comunicación es doble.

La situación de Hernández no es aislada. José Torralba, organizador del centro de recursos para inmigrantes Viento del Espíritu, precisó que “entre los jornaleros la comunidad indígena es la más vulnerable, entre otras cosas porque hablan idiomas indígenas y están expuestos a más abusos y explotación laboral”.